sábado, 5 de marzo de 2011

NUESTRA HOJA DE COCA

LA HOJA SAGRADA  DE LA COCA


La coca (arriba) y la parra-vid (abajo) son sagradas para los pueblos que la cultivan
Lo que ha representado para la cultura mediterránea y occidental la planta de la vid ha venido a ser la planta de la coca para cultura andino-peruana.
La coca y la vid son algo más que unas plantas destinadas a la alimentación de las poblaciones que las domesticaron. Su cultivo y su consumo han impregnado toda la cultura de sus respectivos pueblos y por lo mismo han sido entronizadas en lo más alto de lo sagrado. No existe ceremonia civil o religiosa, de ambas culturas, en las que la vid o la coca no estén presentes.
Los occidentales brindan en todas sus fiestas o acontecimientos con vino o champán, y en la celebración religiosa por excelencia del cristianismo, en la Eucaristía, el vino ocupa un lugar central.
En la cultura andina-peruana la coca ha sido desde muy antiguo el paradigma de la solidaridad entre los habitantes de los Andes y el vehículo del encuentro con sus dioses.
Desde esta perspectiva qué difícil resulta de entender la incomprensión y agresividad que, en general, ha mostrado el mundo occidental con la hoja sagrada de la coca a lo largo de los últimos siglos. Aún hoy día la hoja de la coca sigue condenada por las leyes internacionales impuestas, sin duda, por el poder hegemónico de occidente. Esperemos que, algún día, así como los andinos han aprendido a respetar la vid, así, también, los occidentales respeten y veneren la sagrada hoja de la coca.


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